domingo, 5 de agosto de 2018

La virtud del perdedor

Dicen que la mejor virtud de un perdedor es su paciencia.
Hay días en los que me siento como un secundario en una historia protagonizada por otro.
Hay días en los que ni siquiera la radio recuerda mi canción favorita.
Días en los que me arrastro como la sombra de mi sombra.
En los que escucho que el tiempo lo cura todo pero a mí el tiempo no me enfría ni el café.
En los que en vez de tener fuerzas por la mañana tengo las mañanas a la fuerza porque no me abrazan ni las sábanas y no me saluda ni el frío.
Pero no siempre será así.
Habrá días en los que el sol no me moleste en los ojos.
Habrá días en los que las veletas me sigan a mí en vez de al viento.
Días en los que no necesite luz si tengo voz.
En los que las tormentas me cedan el paso.
En los que ser no duela.

Supongo que sólo tengo que esperar a que lleguen.

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