jueves, 28 de abril de 2011

Vacaciones

Bella y Bestia llevan años sin salir del castillo y eso ha empezado a crispar su relación. Se irían de vacaciones, pero casi ningún hotel acepta mascotas

miércoles, 27 de abril de 2011

Prensa rosa

Es normal que Príncipe Azul vendiera la exclusiva del divorcio. Bella Durmiente le había dejado seco.

lunes, 25 de abril de 2011

Orden de alejamiento

La muerte de Caperucita a manos del Lobo Feroz salió en todos los informativos. Otro triste caso de esos en los que las órdenes de alejamiento no sirven de nada

viernes, 15 de abril de 2011

Una taza de té: Gero

Es tarde y la máquina de café lleva horas apagada. Así que pedimos una jarra grande de cerveza que haga compañía a las otras dos que ya hemos vacíado. Sonrío y le reto. Pon tú el escenario, yo te doy dos condiciones y entonces escancias la historia. Da un trago largo a la jarra y acepta.

Partimos de un escenario urbano, en torno a las 15:43. Seis personajes. Un hombre, 38 años y expectante. Una pareja, chico y chica, 26 él y 25 ella. El está tranquilo, cómodo y agusto. Ella en cambio está triste pero finje normalidad delante de su compañero. Por último un tercer grupo, dos chicas de 25 y un chaval de 27. Él es gay, muestra mucha pluma y se siente feliz. Una de las muchachas está impaciente y la otra, preocupada.

Bebo yo. Mis condiciones: los tres grupos tienen que estar relacionados y un niño pequeño se ha perdido. Gero enarca una ceja. No va a ser sencillo, pero ha tenido una idea.

"Sara no ha podido dormir muy bien. Alberto le había dicho cosas precisoas la noche anterior, pero ella no se las creía. O no del todo, por lo menos. Sabía de sobra que se las decía por decir, que no las sentía. Pero ella si sentía todo lo que le respondía. Por eso no podía dormir. Eso que tenían, no quería que acabara nunca, pero estaba segura de que a él le era indiferente. Estaban bien juntos, pero ella no estaba del todo bien dentro de sí. Pero tenía claro que debía alargar esa situación lo más posible. Por que quería estar con él. Sabía que cuando él se cansase ella se iba a hacer mucho daño, pero estaba enamorada, no podía pararlo, no podía dejar de verle, no podía dejar de abrazarle, de besarle, de despertarse a su lado...

Mario no sabía muy bien que decir a su paciente. Desde que aceptó el cargo de psicólogo en la universidad le habían llegado casos de todo tipo, y todos parecidos. Pero con Sara no sabía muy bien qué hacer. Es decir, sabía lo que tenía que hacer profesionalmente, pero una situación similar le había ocurrido a él meses atrás y sabía que eso era lo mejor, pero no lo que uno quería. Él sabía lo que era estar enamorado de alguien que no siente lo mismo. Y, por lo tanto, sabía que lo que quiere el cuerpo no coincide con lo que hay que hacer. Estaba pensando en esto cuando sonó el teléfono. Era Mara:

- Hola Mara, dime ... ¿Qué? ... Me estás tomando el pelo ... ¿En serio? ... Tranquila, lo más importante es que estés calmada...

Mara colgó enfadada -"Menuda mierda de psicólogo. Que me tranquilice, dice. Como si fuera tan fácil"- Volvió a entrar en el bar donde estaban sus amigos, pero no les explicó lo que sucedía para que no se preocuparan. Pero claro, ella no podía evitar estar preocupada. ¡Su hermano pequeño había desaparecido! Así que con una excusa se despidió de sus amigos y se fue corriendo a casa.

David se sintió un poco culpable despidió tan rápido a Mara. Se supone que habían quedado los tres, pero cuando ella salió a responder una llamada Berta le empezó a contar su delicada situación y David estaba muy atento por que la historia de las traía. Berta le contaba que le gustaba mucho un chico llamado Alberto, pero que tenía novia.

El caso es que ella veía que cuando hablaba o le comentaba algo por facebook, él le respondía positivamente. Y no sabía si era amabilidad o que ella también le gustaba a él. Tenía muchas esperanzas, por que veía que él tonteaba con ella. David le decía que no se metiese, que si estaba con aquella otra era por algo, que se olvidara. Y eso hizo Berta, sin saber que David se equivocaba".

Posa el boli sobre el papel y vuelve a beber. La espuma resbala hasta el fondo cuando la posa, ya vacía. Llevamos los vidrios a la barra. La próxima, me dice, la pago yo.

martes, 22 de marzo de 2011

La vida (no) es así II

Dos desconocidos inician una conversación trascendente en un ascensor

Dos hombres entre los que no se tiene constancia de ninguna relación o parentesco iniciaron ayer una conversación trascendente en el ascensor del edificio de la Calle de la Paja donde C. E. S. trabaja y S. A. iba a entregar un envío.
Los dos hombres, de nacionalidad española y 32 y 43 años respectivamente, coincidieron en la planta 12 del citado edificio y tras un saludo inicial el repartidor afirmó la prevalencia de la perspectiva nihilista en la obra de Wittgenstein, a lo que fue respondido con las implicaciones éticas bajo el prisma de los trabajos de Habermas.
Los superiores de los dos implicados no van a tomar medidas disciplinares de ningún tipo, a pesar de que los testigos del suceso, una directiva que jugaba con unas llaves y un becario que se miraba los zapatos, hayan necesitado atención psicológica. "Si no se habla del tiempo o de lo tarde que se ha hecho, yo ya no sé en qué creer", afirmó el joven de los zapatos, en los que, por cierto, encontró una mota de polvo de altísimo interés.
Aunque esa buena voluntad de los mandos de las empresas del edificio se ha visto empañada por la instalación en todos los ascensores de carteles a los que mirar cuando se coincida con otros trabajadores del centro

domingo, 13 de marzo de 2011

Contraportada

El primero de los chupitos de la carta del "Off the record", consiste en tres cuartos de vodka y un cuarto de licor de mora con alcohol, aunque se puede preparar con mora sin. Se puede tomar en trago corto como un chupito normal o con hielo en vaso ancho como trago largo.
El nombre viene por el carácter de su sabor, un reportaje dulce, ameno y divertido, de ahí la mora, pero con un fuerte interés social o humano, por eso la alta graduación del vodka.
Ideal para después de una cena copiosa o un día duro en la redacción.

sábado, 12 de febrero de 2011

El monstruo debajo de la cama

- Tienes mala cara.
- Ya, Jaime cree que hay un monstruo debajo de su cama y estamos un poco preocupados.
- Ay, pobrecito. Y claro, entre pesadillas y demás os ha desvelado.
- ¡Qué va! Ha sido esa puta cosa. Ronca tan alto que tiembla toda la casa y no nos deja dormir.

viernes, 11 de febrero de 2011

La vida (no) es así I

Dos muertos y una veintena de detenidos en una pelea masiva entre "chalequeros" de Cruz Roja y Aldeas Infantiles


Los dos grupos de captadores de socios llevaban tiempo disputándose el control de las calles del centro


Dos personas perdieron la vida ayer en lo que ya se conoce como "la guerra de los chalecos", un enfrentamiento de proporciones masivas en el que participaron en torno a 50 captadores de socios de Cruz Roja y de Aldeas Infantiles. La Policía ha realizado 20 detenciones.

Los hechos ocurrieron a las 16:30 horas de la tarde de ayer cuando dos captadores abordaron a la misma persona. La confusión inicial hizo que la persona pasara de largo y dejara a los dos "chalequeros" discutiendo sobre quien ostentaba los derechos sobre esa concurrida zona del centro urbano. La trifulca llegó a las manos y los compañeros de los implicados acudieron a separarlos. Según los testigos hubo un cruce de insultos entre los dos grupos del tipo "nuestra labor es más solidaria" y "vuestra ONG tiene más de marketing que de labor humanitaria".

Todo apunta a que el detonante de la pelea fue el lanzamiento de una carpeta con formularios de inscripción sin que conste que grupo lo inició. El enfrentamiento se extendió durante varios minutos hasta que llegó la Policía, aunque ya era demasiado tarde. T. P. M. mujer de 26 años de (voluntaria en Cruz Roja) y H. D. P, varon de 23 (captador de Aldeas Infantiles), perdieron la vida en la refriega. Sus restos han sido puestos a disposición del Instituto Anatómico Forense a la espera de la autopsia. Los detenidos ya han sido puestos a disposición judicial.

Ambas organizaciones han emitido un comunicado conjunto en el que condenan la violencia y expresan su dolor por la muerte de los dos voluntarios. Sin entrar en justificaciones, el comunicado explica "la dura situación de los chalequeros desde la llegada de Internet". "Antes de la red era la gente la uqe acudía a nosotros", relata, "pero ahora los interesados se enrolan en las páginas web y ya no se respeta el chaleco. La pasión solidaria de nuestros captadores hizo el resto".

Por su parte, la asociación Española contra el Cáncer y la Hermandad de Donantes de Sangre se han ofrecido a guiar el proceso de pacificación de las calles del centro. El Ayuntamiento aún no se ha pronunciado pero el grupo en la oposición ha lanzado la propuesta de hacer una estatura en memoria de los fallecidos y en reconocimiento a la labor de los "chalequeros".

martes, 25 de enero de 2011

Asociación de Amigos de la Maldad

El sistema acabó consigo mismo de la manera más aburrida que se pueda imaginar: La burocracia. Un día el supervillano William Rathbourne, conocido como Deathborn, y dos de sus colaboradores habituales registraron la asociación Amigos de la Maldad. La maldad es un concepto moral, no legal, por lo que el Ayuntamiento no pudo impedirlo. Tuvieron la arrogancia de invitar a todos los superheroes a su asamblea constituyente.
A los pocos días todos los delincuentes comunes y sospechosos habituales se habían inscrito. El ejemplo cundió en el resto del país y pronto todos los criminales de la nación contaban con el carnet de socio. Rathbourne había estudiado leyes en su última estancia en prisión (cortesía de Solar Blast) y había aprendido a delimitar a la perfección la línea entre el delito y la simple mala baba.
Subvencionaron a los grupos musicales con menos talento, apoyaron las campañas de los políticos más extremistas, donaron dinero a los colegios que entraron en su programa de competitividad escolar desde párbulos. Consiguieron ampliar el horario de los bares y discotecas mediante recogida de firmas y después lograron subir en 40 decibelios el límite de la contaminación acústica. Primaban a los equipos deportivos que más faltas cometieran y crearon unos premios especiales para los empresarios que más ajustaran las condiciones laborales de sus empleados a los mínimos de los convenios. Rathbourne llegó a hacerse un gran amigo personal del juez que más veces le había encarcelado
Algunos superhéroes encabezados por Nightbringer y Zealot intentaron la misma maniobra pero a la inversa. En un principio funcionó y tuvieron bastante respaldo cuando representantes de todas las religiones oficiales se sumaron a ellos. Sin embargo la Liga de la Bondad se vino abajo cuanto intentaron ponerse de acuerdo en la redacción de sus estatutos por las discrepancias entre los grupos religiosos. La demanda por violación de derechos de autor en su nombre fue el último empujón que les hacía falta para caer.

jueves, 13 de enero de 2011

Nuevas viejas amistades

No estaba seguro de aquello. Pensándolo en frío era una locura, un juego enfermo de una mente no mucho más sana. Pero aún así, releyó el letrero de la puerta y entró. Dra. M. Riaza. Psiquiatra infantil.
Llevaba la capa que le había dado Lago. Los saltos de sombra a sombra eran como acelerones en un túnel mal iluminado. Los bordes de su visión se difuminaban y algo tiraba de él hasta el siguiente punto que quería alcanzar. La recepcionista ni siquiera reparó en él cuando entró y en la sala de espera media docena de niños acompañados de sus madres le ignoraron como a una mota de polvo arrastrada por el aire. Otro salto en la sombra y estaba dentro del despacho.
Era hermosa. Lago se lo había dicho, pero tenía una forma peculiar de contar las cosas. Lo veía todo fragmentado y desproporcionado, una lente de aumento rota describiendo a un ciego el mundo.
La mujer consultaba unos expedientes con obstinado interés. Tenía el pelo recogido con unas gomas de colores. Sería solo dos o tres años mayor que él. Julián se descubrió y esperó que notara su presencia.
La doctora se sobresaltó. Echó la silla de despacho hacia atrás, pero controló el miedo.

- ¿Qué quieres?

Era una reacción interesante. Ante la sorpresa se esperaba un "¿Cómo has entrado?" o un "¿Quién eres?". Pero la primera era una información innecesaria y la segunda era irrelevante. Era un joven con una capa y una espada al cinto. Quizás el paciente de algún compañero de clínica o un animador contratado para alguna terapia. La mente analítica de la doctora expuso lo único que no podía extraer del entorno. Sus motivos.

- Es complicado. Necesito hablar contigo.
- ¿Sobre?
- Un amigo en común que necesita que le ayudes.
- No creo que compartamos círculos sociales, y de todos modos, si necesita mi ayuda que pida una cita como los demás. No me gusta otorgar tratos de favor entre mis pacientes.
- Me dijo que te llamaba Doncella Marga. Quizás te suene.

¿Qué era aquello, una broma? En su tesis doctoral contaba su fantasía con el ladrón de cosas bonitas, cómo de pequeña se obsesionó con un amigo invisible y un mundo irreal y la medida en que aquello definió después su vocación hacia el estudio de la mente infantil y la ayuda a aquellos que no conseguían superar el delirio. Alguien quería tomarle el pelo. Era nueva en la clínica y se esperaba alguna novatada, pero no se imaginaba algo tan personal. Molesta descolgó el auricular para que echaran a aquel payaso de su despacho. El chico sonrió resignado.

- Me dijo que no me creerías. La ciencia ha devorado la magia, ha dicho. Me dijo también que aún lo conserva.
- ¿El qué?
- Lo que te robó. No ha querido contarme qué era.

Aquello era extraño. Jamás contó a nadie esa parte. Obligó a su memoria a desenterrar los recuerdos sepultados por capas de autoconvencimiento, lógica y montones de no-pudo-ser-real. Hubo algo que produjo un chispazo en su cerebro. ¡La capa! Recordó el tacto de aquella tela. Sus ondulaciones, su color, idéntico al de la prenda que el chico llevaba sobre los hombros.

- Supón que te creo y en vez de llamar a seguridad y clavarte una aguja llena de ansiolíticos en el cuello, escucho lo que tienes que decir.
- El mundo se muere y él está buscando a alguien. Creo que lo de mundo le da igual, pero me dijo que me ayudaría a evitarlo si yo le ayudaba a encontrar a esa persona.

- De acuerdo, voy a pedir esa aguja.

No tuvo tiempo de marcar el primer número. Una enfermera irrumpió en su despacho visiblemente alterada.

- ¡Doctora, tiene que venir!¡Han entrado todos en shock!

El chico ya no estaba allí. Por un segundo pensó en la posibilidad de que se hubiera quedado dormida ante el ordenador, pero el ruido de la sala de espera le obligó a ponerse en movimiento. Ya pensaría en ello más tarde.

Los seis niños estaban en el suelo. Convulsionaban. Tenían los ojos en blanco y espuma en la boca, con las caritas contraídas por el dolor y los espasmos. No eran capaces de sujetarlos cuando sus espinas dorsarles se arquearon y de sus pechos brotó una voz grave y lejana.

- Llegará la hora en que los ocho ojos vean a la Luz y la reconozcan.
Y el ciclo girará otra vez y todo cambiará,
pues la lucha ha de dar nacimiento a El Último.
Los muros caerán y ya no habrá miedo.
Niña de Plata, busca la magia detrás de la luna.
Niña de Plata, despierta a La Araña.
Niña de Plata, mata este mundo.

Y la crisis cesó en todos los niños al tiempo. Una voz a su espalda llamó su atención.

- Esto me ahorra muchas horas tratando de convencerte. Lago querrá hablar contigo. Ha pasado mucho tiempo.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Antes tenía un nombre como el tuyo, pero he pasado mucho tiempo con él. Creo que he cambiado, que ahora soy algo más... Ahora me llamo Espada.
- Yo soy Marga.
- Lo sé. La Doncella Marga. Vámonos.

Y mientras La Araña dormía

domingo, 9 de enero de 2011

Edward Perrington

Cuando la investigación genética avanzó lo bastante como para producir especímenes animales con características antropomórficas la comunidad internacional puso el grito en el cielo. Cuando un accidente en la emisión de radiaciones propagó las mutaciones por todo lo ancho y alto del planeta se dispararon todas las alarmas y la iglesia excomulgó a todos los científicos del mundo. ¿Animales dotados de sentimientos e inteligencia, que hablan, razonan y toman el te? Era mucho con lo que lidiar. El primer individuo que tomó parte activa de la vida social de un país fue Edward Perrington, un magnífico ejemplar de pastor alemán que decidió seguir su vocación y hacer carrera como militar. Perrington narró los primeros difíciles años de la Academia Militar en una biografía que se convirtió en best seller en apenas una semana y que le convirtió en toda una inspiración para el resto de mutados y un héroe de la integración. El sargento Perrington murió a los 12 años sin ver cumplido su sueño de ascender a teniente. Su visión en blanco y negro le impidió aprobar el examen de heráldica imprescindible para optar al cargo.