martes, 28 de agosto de 2018

Jugando a querer (fragmento de cabalgada con Gustavo)

¿Me das cambio?
Era para la recreativa, pero encuentro tus ojos más brillantes que su pantalla.
¿No te ha pasado que al principio juegas solo por pasar el rato, pero luego la historia te atrapa de tal forma que ya no quieres saber nada de ningún otro juego?

¿Me das cambio?
Iba a probar con el trivial, pero las únicas preguntas que quiero responder ahora son las que nos lleven a conocernos mejor.
¿Me das cambio?
Era para el futbolín, pero al verte me he quedado como los jugadores, rígido, paralizado.
Dame un poco de bola.
Vamos a bailar, como la defensa frente a los delanteros.
¿Me das cambio?


Ahora sólo me quedan dos opciones, o pasarme el nivel o pasar por debajo.
Te has colado en mi corazón como la bola en la portería, en un visto y no visto y con un estruendo.
¿Me das cambio?
Por favor cámbiame. Cámbiame los juegos por un objetivo, cambia los goles por tu voz, cambia de lado de la barra, pero por favor, sobre todo, cambia mi soledad por ti.

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