jueves, 11 de abril de 2019

Carta abierta a tercero de la Eso

Dicen que nadie muere del todo
mientras haya alguien que le recuerde
y, por mi parte,
vosotros vais a existir para siempre.
He vivido en la tormenta sin saber
si quería ser el viento que mueve
o el rayo que arroja luz.
Pero vosotros, vosotros,
me habéis convertido en firmamento,
Y ahora, estrellas mías, os toca brillar más que el Siglo de Oro.
Tenéis por delante un futuro
que podéis hacer pluscuamperfecto
de una forma tan simple
como ser el sujeto de vuestro presente.
Tenéis el imperativo de ser reflexivos
pero no pasivos o impersonales.
Sed el huracán.
No dejéis que os digan que los molinos no son gigantes.
Que no os importen los adjetivos que os pongan
o los circunstanciales por los que paséis.
Recordad vuestro nombre.
O mejor, ¡Que el mundo lo recuerde!
Que las sílabas de vuestros versos sumen
huracán.
Poned el acento en el tú antes que en yo,
porque ser solidario es el mejor complemento directo.
No tengáis miedo a los puntos finales,
todas las grandes historias tienen uno.
Habrá momentos en los que tengáis que ser pícaros,
pero, por favor, nunca seáis anónimos.
Sed el huracán.
Deteneos a disfrutar de los locus amoenus
al menos cinco verbos al día
Y cuando os sintáis perdidos, renaced.
Pero sobre todo…

sed el huracán.