jueves, 11 de abril de 2019

Carta abierta a tercero de la Eso

Dicen que nadie muere del todo
mientras haya alguien que le recuerde
y, por mi parte,
vosotros vais a existir para siempre.
He vivido en la tormenta sin saber
si quería ser el viento que mueve
o el rayo que arroja luz.
Pero vosotros, vosotros,
me habéis convertido en firmamento,
Y ahora, estrellas mías, os toca brillar más que el Siglo de Oro.
Tenéis por delante un futuro
que podéis hacer pluscuamperfecto
de una forma tan simple
como ser el sujeto de vuestro presente.
Tenéis el imperativo de ser reflexivos
pero no pasivos o impersonales.
Sed el huracán.
No dejéis que os digan que los molinos no son gigantes.
Que no os importen los adjetivos que os pongan
o los circunstanciales por los que paséis.
Recordad vuestro nombre.
O mejor, ¡Que el mundo lo recuerde!
Que las sílabas de vuestros versos sumen
huracán.
Poned el acento en el tú antes que en yo,
porque ser solidario es el mejor complemento directo.
No tengáis miedo a los puntos finales,
todas las grandes historias tienen uno.
Habrá momentos en los que tengáis que ser pícaros,
pero, por favor, nunca seáis anónimos.
Sed el huracán.
Deteneos a disfrutar de los locus amoenus
al menos cinco verbos al día
Y cuando os sintáis perdidos, renaced.
Pero sobre todo…

sed el huracán.

jueves, 13 de diciembre de 2018

Extranjero

No soy extraño al sentimiento de extranjería,
hasta el extremo de ser externo a mi propia piel.

Que allá donde me halle siempre llegué ayer,
encallando entre la llaga y el llanto,
callado, porque no entiendo las palabras que me estallo
cuando el que se llueve soy yo.

Que me veo siendo silencio en melodía,
barro en claro arroyo,
queja en la disculpa,
piedra bajo el colchón.

Que no me concedo descanso
ni me cedo un remanso
si se asoman los recelos,
si al mirarme frunzo el ceño
porque esa sombra no es la mía
y mis palabras no hablan con mi voz.

Y no hay color en el recuerdo
si no sé de dónde vengo
pero sé por dónde vine
y las tormentas que crucé.

Que ya no hay un yo que me rechace
ni me acecha un yo que me reproche
pero me aproximo a la esperanza
de permitirme pensar que seré.

Porque sé que el mar nunca besa la orilla dos veces con la misma ola.
La aguja nunca pasa dos veces por la misma hora
y que para este ahora yo solo soy una vez.

Porque nacemos al mundo de nuevo con cada parpadeo
entonces todos somos extranjero
al llegar primerizos a este patio de recreo
al llegar a cada nombre, a cada dónde, incluso a cada tú.

Me prometo entonces dejarme ser silencio,
barro, queja o piedra tantas veces quiera
Me prometo dejarme aprenderme,
sorprenderme cada día
descubrir con alegría
esta vida a la que acabo de llegar.

martes, 28 de agosto de 2018

Jugando a querer (fragmento de cabalgada con Gustavo)

¿Me das cambio?
Era para la recreativa, pero encuentro tus ojos más brillantes que su pantalla.
¿No te ha pasado que al principio juegas solo por pasar el rato, pero luego la historia te atrapa de tal forma que ya no quieres saber nada de ningún otro juego?

¿Me das cambio?
Iba a probar con el trivial, pero las únicas preguntas que quiero responder ahora son las que nos lleven a conocernos mejor.
¿Me das cambio?
Era para el futbolín, pero al verte me he quedado como los jugadores, rígido, paralizado.
Dame un poco de bola.
Vamos a bailar, como la defensa frente a los delanteros.
¿Me das cambio?


Ahora sólo me quedan dos opciones, o pasarme el nivel o pasar por debajo.
Te has colado en mi corazón como la bola en la portería, en un visto y no visto y con un estruendo.
¿Me das cambio?
Por favor cámbiame. Cámbiame los juegos por un objetivo, cambia los goles por tu voz, cambia de lado de la barra, pero por favor, sobre todo, cambia mi soledad por ti.

Esta noche cabalgamos

Esta noche cabalgamos.
Haremos de los truenos nuestra voz,
de la tormenta nuestro nombre,
del viento nuestra senda,
la gloria nuestro destino.
Esta noche cabalgamos.
El caos toma forma,
el éter cristaliza, la palabra gana cuerpo,
cuelgan las banderas, atruenan los cascos.
Llegan los jinetes.
Esta noche cabalgamos.
Claman los cuernos de guerra.
Ganamos la batalla por Irlanda de memoria
liderados por el jinete del corazón de metal.
La guadaña en una mano, la verdad en la otra.
Convertimos el verso en la materia más oscura, cruda y goteante.
el núcleo de una estrella moribunda que nos guíe hasta el trueno de huesos.
Esta noche cabalgamos
contamos con el genio de jinete
que doma a las rimas y más
soltura en la estructura
aunque la batalla sea dura
Zero pone empeño, se salta los peros
trata y cierra el trato, no se traba
y si se traba, trabaja más rato.
Esta noche cabalgamos.
Dejamos las ruinas tras nosotros.
Superamos Grecia volando con un verso sin motor
en el frío antes de abril.
Caminamos descalzos pese a los trozos de corazón roto en el suelo,
pero continuamos junto al jinete que abrazaba monstruos
y resurgimos de tu adios con un poesía y un me dueles tatuados en la piel.
Esta noche cabalgamos.
Y seremos reconocidos, seremos recordados.
Saborearemos los laureles aliñados
con el jinete de mil rostros y un nombre, Gustavo.
A gigantes enfrentamos,
Dulcineas rescatamos,
besamos en la boca a la pistola antes de acostarnos
y si ladran amigo Sancho...
EEsta noche cabalgamos.
Vestiremos la sorpresa como una capa
y nos ceñiremos la corona de la emoción.
Cabalga con nosotros la pequeña gran revolución.
La jinete que con su triunfo cumplió nuestro sueño
¡Sabed que el Slam es su reino!
Nunca hubo tanta verdad en un cuerpo tan pequeño.
Esta noche cabalgamos
Celebraremos con whisky y tabaco
la decadencia y la desidia como bandera.
Calla el rey si habla el vasallo.
El jinete Hank, maestro de la piel de rejilla
y besos de dulce engaño.
Esta noche cabalgamos.
Subimos al escenario como quien asciende a los cielos.
Buscamos la gloria como el oxígeno en nuestros pulmones.
La poesía nos corre por las venas,
y mientras nos quede aliento gritaremos
que esta noche cabalgamos.
Porque jinetes, la vida nos hizo amigos,
pero PerVersos nos ha hecho hermanos.

Pero ella es la tormenta

Se tumba y desliza su brazo izquierdo desde la base del cuello hasta la nuca, estirando su melena.
Varios palmos de rizos y negrura.
Cierra los ojos y piensa.
Las palabras se arremolinan.
Las frases vienen y van como la resaca.
De sus sienes brota el rumor del oleaje,
pensamientos blancos como un papel
pero siguiendo los dobleces de la lógica que los causa.
Algunos son pelotas de papel que se caen
por el mechón de detrás de su oreja
y cree que no merece la pena leerlos.
Otros se pliegan en barquitos
que navegan por sus rizos,
bajan por briznas de pelo como hierba cuando se calma,
pero se pierden entre tirabuzones si se le encrespa el ánimo.
Atruena su enfado cuando recuerda
y los barquitos se hunden y deshacen,
pero algunos sobreviven transformados.
Pierden la proa pero ganan ojos.
Pierden las velas pero ganan alas.
pierden flotación pero ganan altura.
Los pensamientos son ahora pájaros que buscan las nubes
como las puntas de su pelo besan el aire,
como la espuma besa la orilla,
como la arena busca el descanso a la cama de sus pies.
Se peina con los dedos y se incorpora
con el pelo golpeando el rompeolas de sus hombros.
Y en ese momento descubre
que su pelo es el mar
pero ella es la tormenta.

Coramorfosis

Un informe de la Organización Mundial de la Salud ha puesto en alerta a toda la comunidad médica.
Una extraña enfermedad, hasta ahora desconocida, se ha extendido hasta alcanzar el nivel de epidemia.
Se trata de la Coramorfosis.
Un grave trastorno que infecta a aquellos que han dejado de querer
y transforma el corazón de los afectados
en otros órganos para los que el paciente sí tiene uso.
En la mayoría de casos
se sustituye por un hígado
para absorber el exceso de líquido
ingerido en recipientes cilíndricos
y de alto contenido alcohólico.
Otros afectados ven duplicadas sus gónadas
para el uso repetitivo, continuado y cíclico
necesario para la satisfacción de su líbido
programada, al parecer, en su código genético.
Según los expertos, en un porcentaje marginal
los corazones se vuelven un segundo cerebro de la red neuronal.
Algunos afectados declaran sentirse fenomenal
aunque se detecta un incremento del comportamiento racional
en el que se piensan 2 veces tener nuevas relaciones para no pasarlo mal.
Es común también la transformación en un tercer pulmón,
aunque los síntomas varían en función del carácter:
Algunos sucumben a vicios como la nicotina,
otros hacen deporte para matar la inquina.
y los más melancólicos lanzan suspiros que duran toda una vida.
A fecha de este informativo
el Gobierno no se ha pronunciado
sobre un posible protocolo especial
para atajar el avance de la enfermedad.
Sin embargo, las autoridades sanitarias
aconsejan no dejarse llevar por el pánico
ya que la coramorfosis y sus síntomas
son una aflicción pasajera
y con el tiempo necesario
incluso gente con solo dos oídos
volverán a oir sus latidos.

jueves, 9 de agosto de 2018

Otra vez el mar

Cuando tu corazón en vez de palpitar sangre mece mareas
es difícil negarse a la caricia de las olas
y su canción de crestas blancas-
Y te abandonas a una plácida deriva,
al goce del sol en la voz y el aire en el alma.
Y te olvidas
te olvidas de ti,
la firmeza del suelo.
Olvidas la hierba,
la lluvia y los juegos.
Olvidas el mundo,
el ahora y el luego.
Olvidas que el mar son todos los mares,
que la tormenta llega sin avisar
y que aquí hay dragones.
E intentas nadar, pero no puedes, porque eso también lo has olvidado
Y la corriente tira de ti hacia un lado
y el viento tira hacia otro
y estás a punto de acabar desmembrado
y puede que alguien intente sacarte del agua
pero estás asustado
y te aprietas a ese alguien para no hundirte
pero no le dejas nada, así que te hundes
y cuanto más te hundes más aprietas
y cuanto más aprietas más...
y no puedes respirar
y te hunde y no puedes y te ahogasyaprietasytehundesynopuedes...
y estás flotando de nuevo en la plácida deriva.
Pero ahora recuerdas.
Recuerdas tu nombre,
y la sombra que lanzas.
Recuerdas las rutas,
la guía y los mapas.
Recuerdas el árbol,
la tierra y las danzas.
Recuerdas que al mar no le importa desde qué costa has llegado,
no le importa si te han tocado rocas o arena,
si la sal te escuece o el agua te refresca.
No le importa si piensas que es injusto.
Y sobre todo, al mar no le importas tú.
Pero sonríes.
Porque ahora sí saber nadar.

domingo, 5 de agosto de 2018

No me cuesta trabajo intentar enamorarte (fragmento de cabalgada con Redry, Mick y Gustavo)

No me cuesta trabajo intentar enamorarte.
Empezaré por acceder a tu ficha de cliente para conocerte poco a poco.
Te preguntaré que tienes ahora contratado para que tú misma descubras que no es suficiente para ti.
Comprobaré la cobertura de cada centímetro de tu piel.
Tendremos minutos ilimitados para que nuestras conversaciones no mueran en una llamada perdida.
Nunca se quedará tu corazón sin cobertura.
Atención al cliente siempre solucionará tus problemas.
Curaré las penalizaciones de tus anteriores compañías.
Y no te preocupes por la permanencia, este contrato dura lo que tus ganas de conectar.
¿Aceptas las condiciones?

La virtud del perdedor

Dicen que la mejor virtud de un perdedor es su paciencia.
Hay días en los que me siento como un secundario en una historia protagonizada por otro.
Hay días en los que ni siquiera la radio recuerda mi canción favorita.
Días en los que me arrastro como la sombra de mi sombra.
En los que escucho que el tiempo lo cura todo pero a mí el tiempo no me enfría ni el café.
En los que en vez de tener fuerzas por la mañana tengo las mañanas a la fuerza porque no me abrazan ni las sábanas y no me saluda ni el frío.
Pero no siempre será así.
Habrá días en los que el sol no me moleste en los ojos.
Habrá días en los que las veletas me sigan a mí en vez de al viento.
Días en los que no necesite luz si tengo voz.
En los que las tormentas me cedan el paso.
En los que ser no duela.

Supongo que sólo tengo que esperar a que lleguen.

Gracias...hija de puta (cabalgada con Redry, Mick y Hank)

Gracias
Porque de todo se aprende, incluso de lo malo.
Gracias porque tenías razón cuando decías que bebía demasiado.
Gracias por ser el vehículo de las notas de mi ira.
Gracias por hacerme ver qué tipo de mujer quiero en mi vida.
Gracias por el sexo en las ruinas de la civilización.
Gracias por descubrirme los sueños que no cumpliré contigo.
Gracias por cabalgar conmigo la locura sin una mala palabra.
Gracias por las cuerdas que me echaste y que acabaron atadas al hierro de mi cama.
Gracias por acompañarme allí donde ninguno de los dos quería estar.
Gracias por tan mala puntería cuando mi corazón era diana.
Gracias por dejar que me dejara llevar y gracias por dejarme llevarte.
Gracias por ser la tercera parte de mi trío con la locura.
Gracias porque sin quererme ni quererlo me hiciste un hombre mejor,
y gracias, porque sin quererlo y aún queriéndote aprendí a quererme yo.
Gracias por los hijos que no trajimos a este mundo.
Gracias por poner blindaje donde antes no lo había.
Gracias por los picores y sobre todo gracias por los alivios húmedos.
Gracias por ser el filo de mi navaja porque tú fuiste mi eutanasia favorita.
Gracias por los mejores versos que he escrito jamás.
Gracias por los dos centímetros de realidad entre tu boca y la mía.
Gracias por los laberintos de los que ahora ya sé salir.
Gracias por el perpetuo movimiento de las estrellas.
Gracias por el frío de tus manos en mis bolsillos antes de abril.
Gracias por ser carne de naylon con medias de piel de rejilla.
Gracias por diciembre.
Gracias por Irlanda.
Gracias por Grecia.
Gracias por mi desidia.
Gracias... hija de puta.