viernes, 2 de octubre de 2009

Un mal sueño

Se despertó alterado, sin resuello, sudando. Esta vez no había sido como antes. Tenía una extraña sensación. Ya había tenido pesadillas antes, pero esta vez sentía que la de esa noche no era para él, que no le pertenecía. El recuerdo de la caída desde el acantilado aún latía en sus sienes y casi podía escuchar el rumor de las olas, pero no le asfixiaba la angustia de sus pesadillas sobre perros y sabía que no le costaría tanto volverse a dormir.

A la mañana siguiente desayunó sin ganas, el mismo café aguado de siempre. Bajó a trompicones las escaleras sin siquiera mirar a esa vecina que tanto le gustaba y que le sonreía mirándole interesada. Llegó al trabajo sin saber por que seguía sacrificándose, sin saber para que luchaba día a día, sin saber que le hacía vivir.

Pasando olímpicamente de los informes que tenía pendientes de cargar de tinta y avaricia, entró en Internet distraído, hasta que algo hizo que su cerebro volviera a un nivel de actividad aceptable para considerarlo un ser vivo:

¡ME HAN ROBADO MIS SUEÑOS! NO SE COMO EXPLICARLO, PERO DESDE HACE UN PAR DE DIAS TODAS MIS ILUSIONES HAN DESAPARECIDO. ESTABA AHORRANDO PARA UNA NUEVA CASA, MAS GRANDE, POR QUE MI MUJER Y YO ESTAMOS ESPERANDO UN HIJO, PERO AHORA TODO POR LO QUE VIVÍA HA PERDIDO SU VALOR. POR LAS NOCHES NO PUEDO DORMIR, ME ASALTAN LOS SUEÑOS DE OTROS. ES UNA SENSACIÓN HORRIBLE. SI HAY ALGUIEN MAS EN MI SITUACIÓN, POR FAVOR, TENEMOS QUE HABLAR E INTENTAR PONERLE REMEDIO A ESTO

Siguió buscando anuncios similares hasta que contó una veintena de casos similares y escribió a cada uno de ellos. Ofrecía su casa como punto de reunión para un primer encuentro. Quizás poniendo en común cada una de sus experiencias lograrían encontrarle algún sentido. En un par de días ya estaba todo arreglado.

Poco a poco terminaron de llegar todos. Eran 27. Una breve presentación y un listado de los sueños que tenían antes y los que tenían ahora. Sus pesadillas martirizaban ahora a una anciana que vivía sola con sus tres mastines. Sonrío para sus adentros de la ironía. Pero no todos encontraron sus sueños en los demás, ni tampoco a quien pertenecían los que se alojaban en sus subconscientes ahora.

Acordaron verse más veces para saber como evolucionaba el asunto. Las reuniones eran cada vez más frecuentes sin que nada cambiara, salvo que cada vez eran más gente. Según pasaba el tiempo conocían mejor a la persona cuyos sueños tenían ahora, como una segunda personalidad. Una adolescente dejo de acudir cuando sus sueños aparecieron en un obeso cuarentón que la miraba con lascivia. Alguien hecho en cara De otro alguien la obscenidad de sus sueños. Cada noche seguía saltando al vacío y aquellas reuniones no solucionaban nada. Anunció que ya no celebrarían más en su casa. Los ánimos se crisparon un poco más cuando un joven se suicidó al no soportar las pesadillas ajenas que violaban sus noches.

Dejó pasar el tiempo. Sabía que algunos seguían teniendo aquellas estúpidas reuniones, incluso que un par de ellos lograron recuperar sus sueños. Pero eso a el ya no le valía. Ya no quería sólo sus sueños, quería una explicación. Quería saber el porque había ocurrido todo eso. Quitó la tele, apagó la luz y se dispuso a saltar otra vez.

2 comentarios:

Laura Luna dijo...

La idea me gusta, es original e inquietante, pero tengo la sensación de que has hecho el relato deprisa y corriendo. Creo que el ritmo del cuento es demasiado acelerado, los hechos se dan muy deprisa. Es la impresión que me ha causado.

Espero la continuación, eso sí.

Kisses,
Mun

Suseya ediciones dijo...

Coincido con Mun, tal vez merezca un reinicio, la idea es buena, muy buena y no solo como texto corto, tiene muchas posibilidades y espero leerlas ;)
Un saludo.