viernes, 9 de marzo de 2012

Una cierta noche

Olvídate de ellos. Ven conmigo. Toma una cerveza. Deja que te bese. Sólo por esta noche. Escúchame siendo un imbécil. Dame la razón, o quítamela, no me importa, pero hazme saber que mis salivazos impertinentes alteran tu equilibrio. Rescata el vaso de mis manos porque ya he bebido demasiado. Pídeme otra copa para que me decida a vomitar lo que me gangrena el llanto. Eyacúlame el asco que te doy. Lame la admiración que te inspiro. Bailemos. Brinda por la decadencia. Y una cierta noche, esta, por ejemplo, dime que me quieres. No, mejor, que me amas... aunque sea mentira.

4 comentarios:

Judith González dijo...

Increíble.

marketing de contenido dijo...

Corto conciso pero de gran pausas e interes, increible hermoso

El archivista dijo...

Crudo y goteando, como los buenos filetes, deberías volver a escribir por aqui, no nos tengas con tanta hambre.
Un saludo.

Suseya ediciones dijo...

Se ve que te gusta escribir y ademas se te da bastante bien, lo que no entiendo es que no lo hagas más a menudo ;)