viernes, 9 de marzo de 2012

Una cierta noche

Olvídate de ellos. Ven conmigo. Toma una cerveza. Deja que te bese. Sólo por esta noche. Escúchame siendo un imbécil. Dame la razón, o quítamela, no me importa, pero hazme saber que mis salivazos impertinentes alteran tu equilibrio. Rescata el vaso de mis manos porque ya he bebido demasiado. Pídeme otra copa para que me decida a vomitar lo que me gangrena el llanto. Eyacúlame el asco que te doy. Lame la admiración que te inspiro. Bailemos. Brinda por la decadencia. Y una cierta noche, esta, por ejemplo, dime que me quieres. No, mejor, que me amas... aunque sea mentira.