martes, 8 de junio de 2010

Los hilos de la realidad

El niño se movía siguiendo un complejo método. Después de asestar cada estocada con su espada de madera se incorporaba, inspeccionaba su entorno y tras meditar unos instantes se acercaba con pasos lentos a otro punto del parque y descargaba toda la fuerza de sus brazos en un mandoblazo contra el aire.

Un joven se le acercó. En realidad solo trataba de impresionar a su amiga con su buena mano con los niños. Habían acudido juntos al parque con el sobrino de ella, un crío tímido y fantasioso. Se le ocurrió que ganaría muchos puntos si conseguía que el niño jugara con otros chavales, además de procurarse un tiempo a solas con la chica.

-¡Tío, esa espada se sale! -Le habló comoa otro de sus colegas. recordaba lo odioso que es que te hablen como a un crío cuando no eres más que eso.- ¿A qué estás jugando?

El muchacho le miró de soslayo, como si acabara de interrumpir una conversación privada, o hubiera dicho una impertinencia.

- Esto no es ningún juego.
- Vaya, si que te lo tomas en serio. - caviló un momento.- Vale. Entonces, ¿qué eres?¿Un gladiador, un mosquetero...?

De nuevo le miró, aunque esta vez resignado.

- A pesar de que presiento que no va a valer de nada voy a explicártelo. -Hizo un gesto amplio con la espada que abarcó todo el parque.- ¿Qué ves?
- Un parque.
- ¿Sólo?
- Bueno, veo personas, perros, árboles, otros animales, un par de bicis.
- ¿Y qué estás respirando?
- Aire
- Pero no lo ves. Y sin embargo está. Bien, pues igual que el aire, hay otras cosas que no se ven, pero que también están.
- No me digas, estás rompiendo átomos con tu espada de madera. -De pronto aquel niño no le pareció tan buen compañero de juegos para el sobrino de su amiga.
- No los átomos, sino lo que les da sentido. De nuevo, mira a tu alrededor. Todo lo que ves, toda esa materia esta formada por estructuras de átomos. Y hay algo que las mantiene adheridas y en funcionamiento.
- ¿Las leyes de la física? -estaba cada vez más perplejo.
- No. Los hilos de la realidad. Tus leyes son la consecuencia de ellos. Algunos son solo puntadas para evitar que todo se desmorone, pero otros son más complejos, como poleas y engranajes.
- Así que rompiendolos podrías lograr...
- Convertir ese estanque en mercurio, que el cemento fuese menos denso que el aire o convertirte en un charco de pulpa que me mire desde el suelo con indefensión.
- Claro, ya, seguro. -Ya estaba totalmente convencido de que el niño era algún tipo de psicópata, así que murmuró una excusa si volvió al banco donde esperaba su amiga.

Compuso una cara entre la resignación y el fastidio y se preparó para explicarle que aquel crío estaba chalado, pero algo hizo que se detuviera de pronto. Con el último golpe del niño el cielo se volvió verde. Y mientras, la Araña dormía.

2 comentarios:

RaVeN Màvros dijo...

*-*

No me voy a cansar de pedirte mas.
Deberías recopilarlo todo en un libro, editarlo y publicarlo, fijo que media poblacion de frikis, entera de adictos a la lectura y unos cuantos mas iban a comprarlo -o-

Bakea dijo...

cuando creía que ya no era posible, me despierto hace días y descubro que el cielo es verde. del verde más bonito que jamás pude imaginar. el alma de un niño es lo más puro que hay, quiero ser pequeña y con todo lo que se ahora, cortar los hilos de mi puta realidad, despetar y ver que el cielo es verde gracias a mi.
cuervo, eres increhible.ya tienes un rincon para ti en mi pobre corazó oxidado. ;p gracias