martes, 10 de julio de 2018

Historia

Desde que nos descubrimos el fuego en los ojos, nos lanzamos a la carrera de lo nuclear
Cruzaste mi Gran Muralla.
Hundí tu Titanic.
Soñamos pirámides que ardieron como el Hinderburg.
Gritamos tan alto como toda la revolución industrial y nos bebimos hasta la ley seca.
Asaltamos la Bastilla, hicimos de mi cama la conferencia de Yalt y después vimos arder Troya, todo en la misma noche de cristales rotos
Fuimos cada uno la ruina y esplendor del imperio del otro.
Nos erigimos juntos torres gemelas hasta que el vuelo del tiempo y el impacto de la distancia nos echó abajo.
Pero no te preocupes, porque tú y yo, como todo lo anterior, ya somos historia.

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