Este es Jack. Es nuestro protagonista. Jack esta sentado en una vieja silla de madera. Sabemos eso por que lo primero que vemos son sus zapatos y las cuatro patas de la silla. Conforme el ángulo se abre distinguimos las cuerdas en sus tobillos. Oímos su respiración entrecortada. A veces tose.
La cámara cambia de plano para mostrarnos sus manos amoratadas con ligaduras en las muñecas. Jack se retuerce intentando desatarse. No lo consigue. Planos muy cerrados nos muestran partes de su rostro. Un ojo morado. Los labios agrietados, con sangre en los dientes, en los que le quedan. Escupe.
Sé lo que estáis pensando. Ahora entrará uno de esos recursos narrativos tan manidos. Un gran rótulo nos indicará que nos hemos trasladado diez, veinticuatro, mil horas antes de los sucesos que acabamos de presenciar. Una frenética sucesión de acontecimientos nos explicará cómo Jack ha acabado en tan penosa y comprometida situación. Y entonces habrá mogollón de hostias y Jack se librará de sus captores diez minutos antes de que termine el episodio, justo a tiempo para rescatar al niño secuestrado, desmantelar la red de narcotráfico, descubrir al topo en su agencia gubernamental y para darle un poco de color al capítulo, echarle un polvazo a la protagonista femenina.
Pero tengo malas noticias para vosotros. Jack no sale vivo de esta. Toma spoiler.
A Jack le van a pegar un tiro en la nuca antes de que pueda romperse el pulgar para librarse de todo el cordaje que lleva encima. ¿Que cómo lo sé? Por que yo soy el guionista, capullos. Yo soy quien aprieta el gatillo.
3 comentarios:
Una de las cosas que más me gusta cuando escribo es esa sensación de ser el "dios" de tus pobres personajes. Más gratificante que jugar a los Sims, oye.
Kuss,
Mun
Excelente.
Me hizo pensar si el guionista, cuando aprieta el gatillo, no se está suicidando un poco. Si ese infeliz atado a la silla no es en alguna medida, el guionista.
Ajá! He aquí un cuento que me gustó. Como con todos los relatos que me gustan, he de incluirlo alguna vez entre los que puebla mi propio blog, con la debida acreditación.
Te invito a visitarme, que yo también tengo algunas historias que vale la pena leer.
Saludos!
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