lunes, 29 de octubre de 2007

- Las palabras no significan nada, no son importantes

- Las palabras no significan nada, no son importantes, lo que marca son tus actos, y la coherencia de estos con tus palabras.
- ¿Qué quieres decirme con eso?
- Que no dudes más y que hagas lo que has prometido hacer.
- Pero cuando hice esa promesa no tenía todos los datos ni conocía todas las posibilidades. ¡De haberlo sabido nunca hubiera dicho nada!
- Le miraste a los ojos a esa pobre cría y le dijiste que atraparías al que le hizo aquellas cosas tan horribles a sus padres. Le aseguraste que el hombre malo no volvería a hacer daño a nadie y prometiste que le meterías una bala entre los ojos aunque te costara tu carrera dentro del cuerpo. ¿No recuerdas nada de lo que te enseñé acerca del honor de un hombre? No importa lo grande que sean sus palabras, si no que tenga la resolución necesaria para cumplirlas. Sin actos concretos un hombre está vacío.
- ¡Maldita sea papá! ¡Me pides una locura!
- ¿¡No lo entiendes!? ¡Es todo una prueba! Piensa en lo que supondrá para tu carrera si lo consigues, ¡Piensa en los titulares, en tu futuro! ¿No es eso lo que debe hacer un padre, velar por el futuro de sus hijos? ¡Pues es lo que yo hice! Me elevé sobre el lastre de las palabras ¡y actué! Te he ofrecido la gloria en bandeja de plata. Es por tu bien, aunque quizás necesites tiempo para verlo con perspectiva. ¡Deja de llorar por mí y cumple tu promesa!
- No lloro por ti. Lloro por esa niña de cinco años que vio como un sádico desmembraba a sus padres y que después la dejó un mensaje para mí grabado a punta de cuchillo en el brazo. Lloro por las otras tres que han pasado por lo mismo sin más razón que la demencia de un viejo senil.

[ruido de dos disparos]

- Lo siento papá. No quiero tu maldita gloria.

[ruido de un disparo]
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Hayan el cadáver del inspector encargado del caso del juguetero y el de su padre en su domicilio

El inspector Crow, encargado del caso del asesino en serie conocido como el juguetero, ha aparecido muerto en su residencia junto al cuerpo sin vida de su padre, con el que vivía desde hace dos años.
Los cuerpos presentaban dos impactos de bala en el pecho del padre de Crow y uno, localizado en la sien, en el caso del inspector. Fuentes policiales confirmaron en exclusiva a este periódico que los disparos se realizaron con el arma reglamentaria del inspector, aunque no han revelado ningún dato más sobre la presencia de posibles intrusos en el apartamento del fallecido o los motivos.
La Comandancia General de Policía ha comunicado que no facilitarán nuevos datos hasta que concluya la investigación. Dicha investigación está centrada en la grabación que el propio Crow realizó con su móvil y cuyo contenido no ha transcendido a los medios.
El funeral de los Crow será este miércoles. Todo el cuerpo de la ciudad está presente en el sepelio de este joven policía de 26 años que ya destacó en la resolución de otros casos de asesinos con rasgos de psicopatía.
El caso del juguetero sumó su víctima número 8 el pasado fin de semana, cuando asesinó a los padres de otra menor, a la que marcó con otro mensaje para Crow, como hizo con el resto de niñas. La policía no ha desvelado quien pasará ahora a hacerse cargo del caso.